JÚLIUS JANCSÓ

¿Qué es el Tracking y para qué sirve?

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Tracking
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Tracking significa seguimiento o rastreo en inglés, es un término muy usado en marketing para referirse a la medición o comprobación de una campaña en concreto. También es empleada para medir las acciones o comportamiento del público objetivo en la web.

Otro uso de esta palabra en el mundo del marketing es para hacer seguimiento de envío de productos. Por lo general, lo emplean las tiendas virtuales para medir la eficiencia de su sistema de logística.

Entonces, para definir qué es el tracking debemos saber el contexto donde se está utilizando la palabra. En marketing, es una herramienta que mide la eficiencia de las campañas publicitarias y obtiene datos sobre el comportamiento de los usuarios.

Ahora, en el comercio electrónico hace una referencia clara a la logística de envíos. 

¿Para qué sirve el tracking?

El tracking sirve para identificar las campañas publicitarias que han tenido más éxito, midiendo su efectividad con números objetivos. Asimismo, permite aplicar los conocimientos adquiridos a campañas futuras con el fin de optimizar recursos y lograr mejores resultados.

También nos será útil para rastrear los movimientos de usuarios específicos dentro de nuestra web. Para ello, se emplean diversas herramientas como el eye tracking, por ejemplo.

Sin dejar de lado, las cookies o los códigos HTTP y JavaScript.

Un resumen de los usos más comunes del tracking:

  • Número de visitas a la web
  • Saber de dónde vienen las visitas
  • Cantidad de contactos captados y su procedencia
  • Movimientos que hace un usuario en la página

En definitiva, el tracking sirve para conocer cuál de las campañas activas está generando más ingresos y verificar que el ROI obtenido sea el estimado en la planeación inicial.

Ejemplos de tracking

La mejor forma de entender qué es tracking es saber lo que hay que hacer para conseguir los datos de una campaña específica. Luego debemos analizar esa información y pasar a la acción para mejorar los resultados.

Por eso, es necesario seguir estos pasos:

  • Definir los objetivos. Para hacer un buen Tracking se debe conocer que se quiere medir. Tener en cuenta los KPIs no dirá si la campaña ha sido un éxito o no. Para esto, debemos definir si buscamos más leads, ventas o tráfico web.
  • Buscar consistencia. Con el tracking se obtiene una gran cantidad de datos mediante diversas herramientas y procedencias. Esto afecta la calidad de los mismos, así que hay que disminuir la disparidad y sacar mejores conclusiones buscando la consistencia de la información.
  • Encontrar tendencias y pasar a la acción. Para hacer un buen tracking es necesario sacar el mayor valor de los datos. Detectar tendencias y errores nos permitirá tomar acciones para mejorar las campañas y optimizar recursos.

De esta manera, es más fácil medir el impacto que tiene una campaña lanzada en diferentes redes sociales, por ejemplo. Se conoce la procedencia de cada usuario, donde hacen clic, desde qué plataforma llegan más y donde está fallando.

Para hacerlo, una de las herramientas más eficientes es Google Analytics, es eficiente y gratuita.